El lugar es bonito, con una estética agradable y un ambiente acogedor. Sin embargo, las condiciones de confort dejaron mucho que desear. A pesar del calor, ninguna ventana se podía abrir, lo que hacía que la ventilación fuera insuficiente. Además, el ventilador disponible solo arrojaba aire caliente, lo que dificultaba descansar. Las camas resultaron ser bastante duras y las almohadas incómodas, lo que hizo que dormir fuera complicado. A pesar de estos inconvenientes, quiero destacar la amabilidad del personal, quienes siempre estuvieron atentos y brindaron un trato excepcional.